Nacer

Hubo cambio de luna y con la nueva decidiste venir.

Te esperaba mucha gente, algunos desde aquí, desde muy lejos, demasiado para poderte oír.

Pero no por ello te queremos menos, deseamos tenerte pronto aquí, aquí o allí, donde sea, pero entre nuestros brazos para poder reír, llorar y quererte, aunque todo eso lo hagamos ya desde aquí.





Naciste el 10, es mejor el 10, aunque yo sea del 9.



El número ya lo tienes, sólo te falta la camiseta y el arte para ser Maradona, el examen perfecto para la matrícula de honor...


Viniste con 10 dedos en las manos y 10 en los pies, seguro que mi hermano los contó cuando te vio nacer.






Naciste casi con los ojos abiertos, tan despierto que parece que el mundo no era un misterio para ti.



Sacaste primero un brazo para saludar y hacernos reír, para tomar la temperatura que se te antojaba menos placentera que la que gozabas allí.


Te pareces a un muñeco que tengo encima de la cama, con esa mueca tan graciosa, con esas manoplas, con los ojillos de pillín.



Cómo puede ser que algo tan pequeño, nos haga tan feliz, desde tan lejos, con unos pocos centímetros sin haberte visto, ni tocado, ni olido...



Cuando pueda besarte será el fin.


Me robarás el corazón que aún ningún hombre me ha robado, serás mi príncipe, mi enamorado.





Os presento a Saúl, tan pequeño, tan despierto, tan felices que nos ha hecho hoy.



A veces entre la marejada, hay una isla donde tomar aliento y saber que podemos atravesar la tormenta, que va a llegar el fin.


Hoy Saúl ha sido mi isla, la luz que veo detrás de los nubarrones que asolan mi jardín.


No puedo verlo de momento.


Valencia está muy lejos, pero iré en cuanto la situación mejore aquí.


Blog Archive

Páginas

Páginas vistas en total

Entradas populares

Datos personales

Blogger templates

Buscar