bLuE


I'm blue.






Como el día, que está gris, húmedo y caluroso, pegajoso.




Cuando llueve en Madrid siento ganas de gritar y salir corriendo de la ciudad, sólo que los límites son demasiado lejanos. Me gustaría disfrutar de esa lluvia tan poco común y poder caminar sin paraguas y deshacerme del pegamento de vapor de agua que rodea la atmósfera mojándome por completo. Pero casi nunca puedo...




Esta mañana bajo las nubes grises y el ambiente húmedo más propio de un país tropical que me recuerda a alguien, camino bajo un mini paraguas mil veces plegable y vuelta a plegar que intenta mantener a salvo, sino ya a mi misma los pliegos y documentos que llevo bajo él. Por eso tengo que mantenerme al "margen" de esa lluvia que bajo el paraguas me provoca ganas de correr pero que se me antoja tan sumamente apetecible para pararme entre el bullicio, los cientos de coches, claxons y gente que todavía corre porque llegan dos minutos tarde a trabajar, y simplemente dejar pasar.




Parece que seguirá lloviendo, y después de mi último compromiso me plantaré bajo la lluvia, cual bautizo tribal de la madre agua para despojarme de todos mis pecados y los pedazos de azul que hoy nublan mi corazón.




Porque quien sabe por que, cuando hay nubes entre mis lóbulos cerebrales, la lluvia conquista al sol y se instaura una extraña conexión entre la meteorología y yo.




La lluvia ha aliviado la sed de los Madrileños, pero en el fondo, espero que mañana como muy tarde salga el sol.

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