El caso es que cuando hay poco tiempo se aprovecha al máximo, y así fue.
Me dio tiempo de disfrutar de familia, de sobrino, disfrutar de amigos de toda la vida, risas con Pauli, Segio y Carliños, viajar todavía más al norte y encontrar a David después de ocho meses y a César desde hace prácticamente un año, y con ellos disfrutar del concierto de David que ya tocaba de nuevo. Claro que como en los viejos tiempos me tocó comerme la prueba de sonido y encima creo que fue la más larga de todas las que me he tragado, y la habitación que nos buscó el Deivid era pa verla, la próxima vez que pidáis una habitación con baño preguntad si tiene puerta de separación entre la habitación y lo que viene siendo el cagadero, jejeje. No tengo documento gráfico, pero César hizo un vídeo de lo más ilustrativo que os enseñaré cuando tenga en mi poder.