Se dio cuenta de que era demasiado tarde para pedirle nada a Papa Noel.
Este año no le había escrito carta a los Reyes Magos. Buscó sin frutos en la guía telefónica.
No quería regalos. Sólo quería pedir a quien quiera que pudiera concedérsela, la misma fuerza con la que caminaba desde hacía un tiempo.
Se dio cuenta de que esa fuerza es ella misma, y da igual pisar fuerte que caminar de puntillas, el caso es saber a donde quieres llegar.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Amiblogers
Blog Archive
Páginas
Páginas vistas en total
Entradas populares
-
El miedo No se juega con el miedo porque el miedo puede ser un arma de defensa propia, una forma inocente o culpable del coraje. El miedo ...
-
Me encantan los triángulos rectángulos! La estructura del Flatiron me atrae convirtiéndolo en uno de mis edificios favoritos. C...
-
Aunque tengo unas manos finas de lactante y la fuerza bruta brilla por su ausencia en mis músculos, pienso agarrarte de la mano para no d...
-
Dos Davices , los dos de rojo... Los dos con un coeficiente intelectual que considero por encima de la media... Y ahí los tienen señores, ...
-
De como hay días intrincados... O de como yo misma me los complico... quien sabe... Esto de estar de reposo obligado le da alas a mis preocu...
-
Poco o nada reconozco en este niño con la persona que es mi padre... eso si, tiene las mismas orejas y las mismas rodillas... Estos días est...