Mis historias se repiten sospechosamente en periodos casi exactos de 1460 días, no creo en las profecías, pero si en mis desgastes y cansancios, en mis ganas de empezar de nuevo y mis miedos al mañana.
Sin darme cuenta me encuentro felizmente atrapada en este invierno atípico con una temperatura constante de 19 grados, como diría Juande, ni frío ni calor.
El cambio climático ha afectado a mis huesos y mis manos, me he creado una primavera en pleno invierno y sin embargo he dejado los sentimientos invernando.
Tengo un amigo que "tiene tanta prisa que tropieza y se despista".
Otro que por el contrario se ha quedado anclado.
Yo, he viajado tanto que por las mañanas dudo de mi apartado, aunque en casi todos los sitios, los sueños se han cansado de tener el mismo escenario.
Bailo en mi egocentrismo agazapado mientras busco un sitio que me de cobijo para los próximos cuatro años.
He huido de amores y batallas.
Busco la tranquilidad ansiada en nuevos proyectos y andainas.
El cansancio me acosa bien poco y sin embargo mis piernas me dicen: ALTO!
Vivo sin vivir en mi, he iniciado un juego conmigo misma que no me lleva a ningún lado, pero pronto encontraré la salida de este nuevo y no por ello peor capítulo.
3 comentarios:
mi padre siempre dice eso de 0º, ni frío ni calor
no lo comparto
yo sin embargo, no paro de echarle la culpa de todo al cambio climático
Buenas Evita! como va la vuelta! espero que nos veamos pronto.
Moitos besos
Bueno... la vuelta al cole siempre es un poco traumática. A mi siempre me pasa que al final de las vacaciones estoy deseando empezar y luego echo de menos el tiempo libre... en eso no he cambiado... sigo siendo un niña pequeña el 15 de septiembre... pero hay que hacerse mayor poquito a poco.
Si, puede ser que nos veamos prontito, guapeton.
Un beso Cesitar
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