
Nueve días, nueve horas, nueve minutos...
Hasta entonces no hay reservas en mi hotel...
Cerramos la temporada, por unos días.
Yo mientras tanto seguiré luchando con el tráfico, con mis miedos, contra el sueño... mientras mi flequillo se revela hacia lados oscuros de mi ser.
Ya no me gusta mi flequillo y él lo sabe...
Crece el pelo despacio, como el tiempo entre ruidos, desgana y miles de cosas por hacer.
Enero me espera a la vuelta de la esquina, pero las baldosas corren más deprisa de lo que ando con mi rodilla izquierda dolorida.
1 comentarios:
mama mia! esa mirada...
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